Tras el salvaje asesinato de Carlos Bustamante sus hijos buscan justicia y esperan respuestas, no solo para este caso sino también para el del crimen de Gastón en 2011. "Vamos a ir hasta las últimas consecuencias", aseguraron los hermanos.
Por Hernán Espinosa
MIRAMAR (Corresponsalía).- Pasaron varios días del brutal crimen de Carlos Bustamante y tras el período de silencio y reflexión, sus hijos Gonzalo y Gabriel decidieron hablar por primera vez.
El dolor persiste, no entienden la saña en el cruel final de su padre y lo que padeció durante las horas de agonía. Ambos coinciden, en que “nadie merece sufrir así, no sabemos bien por qué se desató esa locura” .
No obstante, ambos destacan el trabajo de la fiscal Florencia Salas y la sub DDI, que llevó a que la esposa de su padre, Verónica González (50), quedara imputada por “homicidio agravado por el vínculo y por alevosía”.
“Están preservando el lugar del hecho y recabando las pruebas necesarias para que se aclare el aberrante asesinato de papá”, aseguraron en nota exclusiva con LA CAPITAL. Los tres hijos del primer matrimonio de Carlos, ellos dos y Ramiro, estaban alejados de su padre hace algún tiempo. El motivo, su mujer Verónica González, por quien la víctima se desvivía y la defendía a rajatabla, hasta enceguecido.
“Era nuestro padre pero hace un tiempo habíamos tomado distancia, igual no hay palabras para describir este horror. Existen varias hipótesis pero no lo tenemos claro, eso sí vamos a ir hasta las últimas consecuencias para descubrir todo”, afirmaron.
Las horas calmaron un poco la angustia inicial pero el dolor por la pérdida y la desgracia que invade a la familia es grande aún. “Esto comenzó hace 20 años, mi papá antes era feliz y hacía jodas todo el tiempo. La muerte de Gastón lo destruyó y de a poco se alejó de todos, hasta de sus amigos. Su vida era la mujer a quien justificaba todo el tiempo”, dijo Gonzalo.
“Pagó con su vida para que se descubra la verdad de todo este horror que nos afecta desde la pérdida de Gastón. Él y Rocío, al igual que nosotros, resultamos víctimas de la crueldad y manipulación de una persona sobre nuestro padre”; sostuvo Gabriel.
“Hablamos con la hermana de la mujer de mi padre que lo encontró tirado en muy malas condiciones en la entrada a la casa y tuvo unas agallas tremendas para dialogar con los medios. Estaba dolida y defraudada por la locura de esa persona. se quería desahogar para que la sociedad no la condenara. Es una persona de bien”, expresó Gonzalo.
Planteos y relaciones
La relación de Carlos Bustamante y Verónica González con su hija Rocío, quien sigue en pareja con Julián Ramón, imputado en el asesinato de Gastón Bustamante en 2011 y luego sobreseído, se cortó definitivamente tras ese episodio y nunca volvieron a tener contacto. Una situación similar se dio con los tres hijos del primer matrimonio de la víctima.
“Le planteamos que la persona que tenía a su lado no era lo mejor para él y nunca nos escuchó, nos cruzábamos con respeto pero nada más. Tuvo muchos problemas coronarios y sufrió como nadie por Gastón, eso lo fue terminando de a poco. Luchó y pagó con la muerte para saber quién mató a su hijo”, sostuvo Gabriel.
Los cuatro hermanos siempre mantuvieron una relación cordial, más aún los últimos años cuando se afianzó el vínculo ante la tragedia, pese a que en el principio la situación fue algo complicada.
Una vez que se resuelva el caso la familia está convencida de ir por más porque saben que se abrió una ventana para seguir investigando.
El contacto con Rocío es continuo, esa joven que en su momento se la jugó, condenó a sus padres con la ignorancia y decidió continuar la vida junto a su novio a quien defendió y continuará haciéndolo hasta las últimas consecuencias.
“La familia que le queda a Rocío somos nosotros tres y nuestras señoras e hijos. La apoyamos en todo y seguimos al lado de ella, con la corta edad que tiene sufrió muchos palos y continúa adelante con mucha entereza y ganas de saber qué pasó realmente”, relató Gabriel quien hizo foco también en su vínculo laboral con Julián Ramón.
“Nunca dejé de estar en contacto con él, trabajamos en el mismo lugar. No cambió en nada, es el novio de mi hermana y lo respeto”, explicó.
Gonzalo fue quien tomó la posta y salir a hablar por ser el mayor de los hermanos, por eso trata de mantenerse firme, contando sus sensaciones ante este horror.
“Mi viejo tuvo dos vidas, una antes de conocer a esa mujer y otra después de eso. Antes era 10 veces mejor pero con el tiempo todo cambió y realmente lo padecimos, ella hizo mucho daño no sólo a él sino a varias personas en Miramar. Varios pueden dar testimonio de eso”, manifestó.
“Queremos agradecer a todos los que nos acompañaron en todo momento, a funcionarios municipales, la policía y especialmente al personal del hospital que hizo lo que estuvo a su alcance para salvar a nuestro papá”, coincidieron los hijos de Carlos Bustamante.
Paz interior
La Justicia deberá hacer su trabajo, encontrar la verdad y desnudar una telaraña de macabros secretos que se llevaron la vida de dos personas, padre e hijo, en una misma casa y bajo circunstancias tremendamente similares.
Los que quedan pretenden tener de una vez por todas paz interior, aunque para eso necesitarán “certezas”, esas que los ayuden a continuar transitando por la vida.